LIBRO : Budo. La intelectualidad adormecida

Detalles

Autor:	J Augusto - J Galende
Editorial:	Cinturon Negro
Páginas:	94
Formato:	24 x 17 cm
Peso:	0,2 kg
Estilo:	HISTORIA Y FILOSOFÍA
Idiomas:	ES

Resumen

Sería muy interesante que cada ser humano, dotado de todas sus facultades mentales y haciendo buen uso de su inteligencia, pudiese tener un sol girando en torno a él, dándole la sensación de que por un instante el universo conspira a su favor y que en aquel momento podría ser el centro de todas las atenciones. Luchamos todos por la oportunidad de demostrar nuestras competencias ante las miradas ajenas, que pocas veces estamos interesados en ver algo más allá de nosotros mismos, excepto cuando podemos ganar con un nuevo descubrimiento. Desde la infancia oímos decir que “el mejor siempre gana y creemos cuando adolescentes que todo va a ser tan fácil como imaginamos, ya que para nosotros, “personas especiales” no existirán las derrotas. Creamos nuestro universo alimentándonos de sueños e ideales que no se corresponden a la realidad exterior, hasta finalmente chocar y debatirnos contra ella, e iniciar una loca carrera contra todo y contra todos. En las artes marciales, a diferencia de otros medios profesionales, las barreras son no solamente mentales, sino también físicas. En los medios que engloban las actividades corporales esa loca carrera es también una carrera contra el tiempo y sus consecuencias en el cuerpo humano. Hay poco lugar para todos los soñadores, existen muchas dificultades -incluso por la subvaloración por parte de la sociedad - y la fase de atleta es corta, pues el cuerpo alcanza un ápice en una determinada edad y después es muy difícil mantenerse. Mientras que en las demás profesiones se estimula el liderazgo, este es implícito en las artes marciales, no por proceso adquirido, sino por un factor innato. Un liderazgo que no ha sido formulado intelectualmente, siguiendo reglas de comportamiento y estrategias profesionales estudiadas en las asignaturas universitarias, por medio de la lectura de grandes maestros de la política, sino un liderazgo básico e instintivo y por ello muchas veces desprovisto de la ética que en teoría, hay en los otros campos profesionales.